28 Dic El Auditorio Nacional acogió con una gran ovación el estreno de ‘Carta Magna’ de Iluminada Pérez
Fuente (IDEAL): https://www.ideal.es/culturas/sones-granadinos-celebrar-20181206225024-ntvo.html
La Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Madrid acogió anoche el concierto con el que las Cortes Generales celebraron el 40 aniversario de la Constitución. Un evento presidido por los reyes Felipe y Letizia, al que acudieron el Gobierno y representantes de las más altas instituciones del Estado. Y Granada estuvo presente en la partitura y la tarima, siendo la gran protagonista, junto con la Carta Magna, de una noche para el recuerdo, tanto por el caluroso apoyo, en forma de aplausos, a la labor del monarca, como por la calidad de las piezas interpretadas para celebrar cuatro décadas de concordia. Granada estuvo en la partitura, porque la primera parte del concierto fue la interpretación de ‘Carta Magna’, sinfonía concertante para siete solistas y orquesta sinfónica, de Iluminada Pérez Frutos, profesora del Real Conservatorio Victoria Eugenia. Y en la tarima, porque frente a la Orquesta y Coro de Radio Televisión Española se situó quien es su director titular hasta el próximo año, el granadino Miguel Ángel Gómez Martínez.
Desde varias horas antes del inicio del concierto, los aledaños del Auditorio fueron ‘tomados’ por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, ya que en el interior de la sala se dieron cita, amén de la pareja real, una amplia representación de las instituciones, la cultura y el empresariado de nuestro país. La Sala Sinfónica lució como en las grandes ocasiones, adornada con flores rojas. Tras la interpretación del himno nacional, se dio inicio al concierto, con la ejecución de una obra, la de Iluminada Pérez, que emparenta con las piezas creadas para virtuosos que hallaron tanta fortuna en los siglos XVIII y XIX. Como aquellas, ‘Carta Magna’ ofrece al solista, a los siete solistas que representan a otros tantos padres de la Constitución, la oportunidad de reivindicar, por separado y en conjunto, su papel en el esfuerzo común de dotar a nuestro país de un marco de convivencia que ya supera en duración a cualquiera de sus antecesores. Como solistas actuaron los de la Orquesta de RTVE: Miguel Borrego, violín; Javier Albarés, violonchelo; María Teresa Gómez, viola; Roberto Terrón, contrabajo; Miguel Espejo, clarinete; José Chanzá, trompa, y Carlos Alonso, corno inglés.
Melodía
La expectación ante una obra enargada por las Cortes Generales a la compositora afincada en Granada se vio ampliamente satisfecha con la audición de un resultado que por momentos recuerda a las melodías populares del nacionalismo de Albéniz y Falla, en otros a la música de filmes épicos, e incluso muestra leves reminiscencias de la gran obra sinfónica de maestros como Shostakovich y Beethoven, ya que está, en parte, inspirada en su famoso ‘Septimino’ -la música de la serie ‘Erase una vez el hombre’, para los que fueron a EGB-. Algo más de 20 minutos que destilan una panoplia de sensaciones y momentos emotivos con el objetivo de mostrar la evolución de nuestro país en las últimas cuatro décadas. Como la propia autora, tan feliz como nerviosa, aseguró minutos antes del inicio, «es una obra optimista, que muestra con orgullo el momento actual de un país que ha cambiado gracias a la democracia». La orquesta hizo una gran interpretación de la obra, con el balance justo entre los solistas y el ‘tutti’ llevada con mano diestra por Gómez Martínez. Tras la misma, el auditorio aplaudió largamente el esfuerzo de la compositora, que salió a saludar en compañía del maestro y los músicos.
Tras el estreno, sin descanso, la Orquesta y Coro interpretó la que, sin duda, es una de las piezas cumbres de la historia de la música: la ‘Sinfonía número 9 en re menor Coral’, de Beethoven. Como solistas estuvieron María Espada, soprano; María José Montiel, mezzosoprano; José Pazos, tenor, y Juan Jesús Rodríguez, barítono. El maestro Gómez Martínez no oculta su predilección por la obra del ‘genio sordo’ y para él, interpretar la ‘Novena, como de costumbre sin partitura, siempre es enfrentarse al reto de una excelencia que, por otro lado, es marca de la casa. Por ello, no es de extrañar que la de anoche fuera una versión canónica, perfecta, sin fisura alguna, con la fidelidad a lo escrito por el de Bonn que guía la ejecutoria del director granadino.
Medidos los músicos, a tiempo siempre el coro, sobrios y afinados los solistas. Una conjunción de talentos al servicio de una obra imprescindible, en una noche memorable en que Granada fue la gran protagonista de una auténtica fiesta de la democracia y la concordia.