Soy compositora de música clásica. Siempre he creído en la unión de la ciencia y las artes, lo intelectual y lo sensorial, impulsando el desarrollo del campo científico-compositivo-cultural. La correspondencia entre cultura científica y artística es vital para mejorar la comprensión de la vida, el conocimiento social, el universo de la sensibilidad, estableciendo un nuevo ámbito artístico. Como compositora, me atrae la propiedad emergente nacida de la unión entre música y sentidos (especialmente con el sentido del olfato, potenciado por la vista y el oído). La combinación de aroma y música fundamenta mi pensamiento compositivo, experiencia sinérgica en el mundo de las percepciones. Camino la senda de la innovación, el necesario diálogo creativo entre ciencia, tecnología, sociedad, cultura, música…